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viernes, 30 de septiembre de 2016

Anatomía de la nueva derecha brasileña

Por Diego González y Julia Muriel Dominzain*

El Movimiento Brasil Libre fue uno de los grupos encargados de convocar las masivas movilizaciones pro impeachment contra Dilma Rousseff. A menos de un mes de que Michel Temer se convierta en Presidente oficialmente, estos jóvenes de entre 17 y 30 años se animan a apostar a las elecciones municipales del 2 de octubre.
Nacieron en medio de la crisis política brasileña, bregan por un ‘liberalismo a ultranza’ (“Menos Marx, más Mises”) y crearon una “estructura suprapartidaria”. Presentarán más de 40 candidatos mediante 15 partidos. ¿Quiénes son? ¿Qué sueñan? ¿Qué intereses representan? ¿Contra qué pelean?

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Las propuestas del Movimiento Brasil Libre (MBL) quedaron acordadas desde noviembre de 2015, cuando hicieron su primer (y por ahora único) congreso en San Pablo. Se reunieron los cerca de doscientos líderes nacionales e invitaron especialistas en seguridad pública, educación, movilidad urbana. De allí nació la plataforma en la que piden el fin de la función social de la propiedad porque -afirman- “la propiedad privada no puede ser relativizada”.
También proponen la legalización del “home schooling” (educación básica en casa), la reducción de los impuestos a la escuela privada, el fin de la Ley de Incentivo a la Cultura (sancionada en 1991 por Fernando Collor de Mello), simplificar el sistema tributario y que, a largo plazo, todos los bancos sean privatizados. También bregan por la “inserción plena” de la economía brasilera en el mundo y la búsqueda de acuerdos de comercio con las “áreas económicas relevantes, Estados Unidos, la Unión Europea y Asia”. Con todo eso, muchos “memes” y bastante de redes sociales, enfrentarán las elecciones municipales de octubre, que serán un gran termómetro para ver por dónde saldrán los brasileños de la crisis política.
Para rastrear los orígenes del MBL hay que remontarse a noviembre de 2014, cuando convocaron su primera protesta en el contexto del escándalo por la operación anticorrupción conocida como ‘Lava jato’, un proceso que había arrancado a mediados de 2013 y que dejó al descubierto un entramado de plata sucia que une a grandes empresas constructoras, la petrolera estatal Petrobras y casi todo el arco político. El caso prendió en la opinión pública sobre el suelo fértil de las dificultades económicas y una profunda crisis de representatividad. Los medios hablaban constantemente de corrupción y apuntaban contra el PT. Los brasileños respondían saliendo a las calles. Las convocatorias se volvían cada día más masivas y, en medio de este escenario, el MBL se convertía en el organizador del descontento.
La gran paradoja es que, para comienzos de 2013, Brasil parecía estar en la cresta de la ola. Lo habían elegido sede del Mundial de Fútbol y de los Juegos Olímpicos. Según datos del Instituto de Geografía Estadística brasileño, el Producto Bruto Interno (PBI) crecía desde el primer año de gestión de Luiz Inácio Lula da Silva: 5.8 en 2004, 3.2 en 2005, 4 en 2006, 6.1 en 2007, 5.1 en 2008. Salvo una baja en 2009 -producto de la crisis internacional- el país no paraba de crecer. La desigualdad disminuía según el índice de Gini: pasó de 0,58 en 2002 a 0,51 en 2014. Treinta y seis millones de brasileños salían de la pobreza y la revista inglesa The Economist ponía en tapa al milagro brasileño con el título “Brasil despega” y una ilustración del Cristo Redentor levantando vuelo como un cohete.
Pero en 2013 y 2014 el país creció un poco menos (3.0 y 1.0 respectivamente) y las calles estallaron periódicamente. Las primeras movilizaciones, en medio de la Copa de las Confederaciones, fueron convocadas por el Movimiento Passe Livre para frenar un aumento de 10 centavos de dólar del transporte. Las siguientes fueron una catarata y con el correr de los meses fue cambiando la composición social de los que asistían, tanto como las consignas. Las primeras eran por izquierda y pedían más Estado (motorizadas por grupos anarquistas como los black blocs, querían que no se pasara por encima a las favelas para armar la infraestructura del mundial y que el transporte fuera gratis), pero las que vinieron después viraron hacia la derecha. “Intervención militar ya”, “Mi esperanza está en Dios y en los verdaderos militares de derecha”, “Lucho por el fin de la democracia”, “Basta de Paulo Freire”, “Privaticen más”, decían algunos de los carteles.
Con un estado de movilización latente y demandas insatisfechas cruzadas, el 26 de octubre de 2014 Rousseff fue reelecta en un triunfo ajustado por balotaje (obtuvo 51.6 contra el 48.3 del Aécio Neves del Partido de la Social Democracia Brasileña PSDB). Después de su cuarta derrota electoral presidencial consecutiva, la oposición decidió apostar todo al nuevo fenómeno popular: los indignados en las calles cuyos reclamos eran canalizados por los movimientos online. Esa es la historia de Revoltados Online, de Vem Pra Rua y del propio MBL. Las marchas eran cada vez más frecuentes y concurridas: 14 de noviembre, el 6 de diciembre de 2014, el 15 de marzo de, 12 de abril, 16 de agosto de 2015 y el histórico 13 de marzo de este año que, con más de 6 millones de manifestantes en todo el país. Esa, según los organizadores, fue la mayor movilización de la historia de Brasil.

Los nuevos líderes

Para pertenecer al MBL hay que cumplir al menos dos requisitos. La primera es apoyar el proceso de impeachment contra Rousseff y tener un “posicionamiento incisivo” contra el PT. Así lo define Kim Kataguiri, una de las caras más visibles del movimiento. La segunda es asumirse un liberal duro -como ya casi no existe en el mundo-, lo cual supone citar regularmente a Friedrich Hayek y Ludwig von Mises, fundadores de la escuela económica austríaca de la década del ‘70.
“El liberalismo es una filosofía política que defiende la libertad individual, la iniciativa privada y limita la intervención del Estado y de los poderes públicos en la vida social, económica y cultural”. Así lo define Wikipedia. Fernando Holiday, para inseparable de Kataguiri, lo explica así: “El Estado, al ser tan grande, perjudica a los más humildes. Ellos sufren la burocracia y los impuestos en el salario. Si todo ese dinero dejase de pasar por el Estado, sería mucho mejor”. Holiday es precandidato a concejal en San Pablo. Tiene 19 años. Nació en Caracuíba, un municipio en las afueras de la ciudad. Su mamá es empleada de limpieza y su papá, mozo. Es negro y se hizo famoso después de subir a YouTube un video criticando la cuota racial para el ingreso a la universidad que funciona en Brasil. “Me incomodaba ganar algún beneficio por ser negro”, dice. El clip tuvo más de 140 mil visitas, pero algunos dicen que la viralización no fue “natural” y que el joven ya estaba siendo producido por el MBL.
-¿Por qué el negro pobre recibe más beneficios que el blanco pobre?
-Ah! ¡Ya entendí! El gobierno quiere decir que el negro es más burro que el blanco…
Así se preguntaba y se respondía Holiday en el compilado de menos de tres minutos. Tiene una sonrisa infinita y un carisma excepcional. Lo sabe y lo usa. Por YouTube es un fuego. Sobre un escenario, arrasa, se mueve, hipnotiza como un pastor. No es raro en un país que tiene una potente bancada evangélica que cruza casi todos los partidos.
Kataguiri es más reservado. Tiene rasgos orientales y una mirada firme. Estudia economía, saca notas brillantes, escribe en el diario Folha de San Pablo y es uno de los treinta jóvenes más influyentes del mundo según la revista Times. Pareciera que, detrás de la pupila, llevara una calculadora científica, un metro y una lupa para medir cada pregunta. Sus respuestas no son automáticas ni impulsivas ni desbordadas. El joven de veinte años elonga, cruza las piernas arriba del sillón, mira al horizonte, se acaricia la pera y se toma -siempre- unos segundos antes de hablar.
-¿Ustedes son de derecha?
-Acá en Brasil decir “derecha” es complicado. Si el término significara defender el liberalismo económico y social, sí. Pero el discurso hegemónico del gobierno fue durante muchos años el mismo: si uno no apoya al gobierno, es de derecha, y si es de derecha, apoya el gobierno militar. Pero los militares fueron igual de desarrollistas que Lula y Dilma.

La crisis política

El MBL pretende refundar el sistema político. O al menos pararse sobre sus cenizas. Su propuesta innovadora es el liberalismo, algo que -según ellos- nunca existió en el país. No lo fue la dictadura, ni los gobiernos ni las oposiciones desde el retorno a la democracia. El propio Lula señaló durante su mandato la satisfacción que le producía que todos los partidos se ubicaran – al menos desde sus siglas – en la centroizquierda: el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el Partido Social Cristiano (PSC), el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), Partido de los Trabajadores (PT), Partido Progresista (PP), Partido Socialista Brasileño (PSB), entre otros. Pero para el MBL ni el golpe de estado que duró 21 años fue liberal.
Lo cierto es que la dictadura brasileña fue larga en comparación con la argentina, uruguaya y chilena y mucho más proteccionista en lo económico. En lo político, había solo dos partidos permitidos: Arena, fiel a los militares y el Movimiento Democrático Brasileiro (MDB), que representaba a la oposición tolerada. Con el retorno de la democracia, el MDB se convirtió en Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y aunque nunca ganó una elección presidencial directa siempre fue gobierno. Es, de hecho, el partido al cual pertenece Michel Temer, el actual presidente interino brasileño.
Temer llegó a la presidencia después de haber sido dos veces vicepresidente de Rousseff. Su partido encerró al PT con su gran poder territorial sumado a la conquista de posiciones claves en el ejecutivo y el legislativo. Eduardo Cunha -pastor y hombre duro del PMDB- coordinó el impeachment como presidente de la Cámara.
Investigado por varias denuncias de corrupción (cuentas no declaradas en Suiza y los Panamá Papers, entre otras) jugó la carta del juicio político, acusando a la presidenta de haber violado la Ley de Responsabilidad Fiscal y la de presupuesto por firmar tres decretos que adelantaban dinero del presupuesto a la Policía Federal, la Justicia Laboral y el Ministerio de Educación, además de usar fondos de bancos públicos para subsidiar un plan agrícola (“Zafra 2015”).
La maniobra fiscal es habitual en la democracia brasileña, tanto que según el diario Folha de San Pablo, los municipios utilizan el mismo mecanismo para alcanzar las metas fiscales. Así lo hicieron, por ejemplo, Goiás, Río de Janeiro, Río Grande y San Pablo. En eso se basa el argumento que sostiene que lo que está sucediendo en Brasil no es ni más ni menos que un golpe institucional.
Mientras tanto y aunque la cobertura mediática se concentra en el PT, las denuncias de corrupción salpican a todo el mundo político, incluso a cada uno de los hombres que siguen a Temer en la cadena sucesoria. Los datos de la ONG Transparencia Brasil son contundentes: el 55% de los senadores y el 53% de los diputados fueron citados por la justicia al menos una vez en sus vidas. El MBL emerge del agotamiento de este modelo de representación y pretende ser su solución.
La crisis política en Brasil es más grande que la crisis del PT. El que está contra las cuerdas es el “presidencialismo de coalición”, el sistema político nacido luego de la dictadura que promueve un congreso pulverizado. En el país existen 35 partidos y 28 tienen representación parlamentaria. En un sistema hiper fragmentado, las mayorías son difíciles de conseguir: sumando a los tres partidos más grandes, se llega apenas a 190 diputados de los 513, algo más de un tercio. El disparador de las tramas detrás de los escándalos de corrupción -como el Mensalao de 2005 o la operación Lava Jato hoy- suelen estar relacionados con la búsqueda por construir mayorías. Es plata oscura para “la política”; son fondos inconfesables para conseguir votos y leyes. La situación es tan dramática que hasta el príncipe Don João de Orleans e Bragança -tataranieto del último del emperador Pedro II (1825-1891)- sugirió que Brasil debería dejar de ser un democracia para dar lugar a una monarquía constitucional como en Gran Bretaña o Suecia.
Una de las paredes de la ex oficina del MBL en San Pablo tiene un pizarrón. Arriba de todo puede leerse “golpe final” y al lado hay una fecha: 17 de abril de 2016. Ese fue el día en que los diputados brasileños votaron a favor del juicio político. La sesión fue un show que se transmitió por todos los canales. El clima era de cancha y los legisladores, estrellas por un día, mandaron saludos a sus familias, evocaron a Dios y a los militares.
Casi ninguno habló de las pedaladas. Esa fue la gran batalla porque se descontaba que la mayoría simple en el senado sería fácil, cosa que efectivamente sucedió el 12 de mayo. Por 55 a 22 votos, al día siguiente la presidenta se despidió del Palacio de la Alvorada en Brasilia. Ese día el MBL, otras organizaciones, y ciudadanos independientes festejaron en el escenario que montó la Federación de Industriales de San Pablo (FIESP) sobre la lujosa avenida paulista.

El MBL dobla la apuesta

“Los partidos son leyendas, no tienen programa. No son más que una estructura burocrática”, dice Kataguiri. Pero lejos de huirle al sistema político al que critica, el MBL dobla la apuesta. El domingo 2 de octubre los brasileños irán a las urnas a renovar sus alcaldías. Habrá 475 mil candidatos de 35 partidos proponiéndose para alcaldes, vicealcaldes y concejales.
El MBL, de la mano de quince partidos -el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el Partido Social Cristiano (PSC), Demócratas (DEM), entre otros- van a presentar 45 candidatos para concejales en todo el país (Foz do Iguaçu, Florianópolis, Porto Alegre, San Pablo, Niterói, entre otros). Es, dicen, una organización “suprapartidaria”, como la evangélica. Y ya han acordado con los partidos aliados que harán campaña solo por sus candidatos y con estética y discurso propio. La negociación no fue sencilla, reconocen, pero en definitiva es una ecuación ganar-ganar. Ellos debutarán en la política formal con bancas y sus socios se oxigenarán, en medio de la potente crisis de representación.
La jugada es posible porque el sistema político está organizado de modo tal que se votan personas y no partidos. para explicar los absurdos a los que puede conducir esta mecánica, se puede mencionar a Romario y Bebeto (ex estrellas del fútbol convertidas en senador y diputado respectivamente) y al ejemplo perfecto: el payaso Tiririca. Cuando en 2010 el famosísimo comediante brasileño se postuló para diputado, parecía un chiste. “Vote a Tiririca, pior do que esta, nao fica” (Vote a Tiririca, peor de lo que está, imposible), decía uno de sus tantos delirantes spots. Funcionó. Con más de un millón de votos en San Pablo fue el candidato más votado.
Bernardo Sampaio es miembro del MBL y precandidato a concejal, con el sello del PSDB, por Niteroi. Según el censo de 2010, se trata del municipio más rico del país. La renta per cápita es de 2031 reales (unos 615 dólares) mientras que en el más pobre (Belágua) es de 146 reales (44 dólares). Llegó a la entrevista en moto (trabaja en la concesionaria de su padre). Es un economista que ronda los 40 años y que en 2014 hizo campaña por Neves. Conoce al dueño del elegante restaurante en el que conversamos y habla mirando hacia la Costa turquesa.
Ya hace casi dos semanas que el parlamento brasileño apartó a la presidenta. “Cuantas más cosas querés controlar, menos éxito vas a tener. Por eso en el sector privado existe la tercerización”, dice. Y después critica los impuestos, dice que el Iphone en Brasil es el más caro del mundo, afirma que no existe tal cosa como el mercado nacional porque siempre es internacional, propone educación financiera en las escuelas primarias y no sabe quién fue el rey neoliberal y ex presidente argentino Carlos Menem.
Sobre el aborto es más cauto: “Es una responsabilidad muy grande. Hoy el brasileño no puede hacerse cargo ni de sí mismo. En 100 ó 120 años se le podría dar esa responsabilidad.”
El liberalismo en su dimensión social es una cuestión espinosa para el MBL. En un país con una importante bancada religiosa, tópicos como el aborto, la despenalización de las drogas o el matrimonio igualitario son electoralmente sensibles. Kataguiri, tal vez uno de los más jóvenes del movimiento, tiene una posición más abierta y dice defender el liberalismo “político, económico y social”.
Aunque en su conjunto el MBL es un movimiento joven, la edad también marca una grieta interna de acuerdo a sus trayectorias. Igual que Sampaio, Renan Santos -el armador de la organización- cruza la frontera de los 30 y está ligado al PSDB. Incluso tiene como estado civil en Facebook “en una relación seria con Fernando Henrique Cardoso”, dos veces presidente, lúcido sociólogo y tal vez el mejor cuadro de la derecha brasileña. Santos es huidizo y esquivo, quizá por la cantidad de denuncias en su contra: según UOL -uno de los sitios online más visitados en Brasil- tiene 16 acciones civiles y 45 demandas en el fuero laboral (algunas a su nombre, otras a nombre de las empresas que presidía). Esto lo convierte, junto con las dudas sobre cómo se financian, en uno de los puntos débiles del MBL frente a la opinión pública.
Un error sería creerles todo: que solo reciben dinero de donaciones de miembros, crowdfunding, acuerdos con comerciantes y empresarios, venta de camisetas, libros y tazas con el logo; o que no aceptan plata de partidos políticos, funcionarios públicos ni empresas con concesiones de servicios públicos. Otro, hundirse en una convicción hiper paranoide y conspiracionista sobre que, en realidad, son un títere más montado por los Estados Unidos.
Antes de que MBL existiera, varios de los líderes del movimiento (Kataguiri, entre ellos) pertenecían a Estudiantes Pela Libertade, la versión local de Students for Liberty, una organización mundial que trabaja por la “libertad de la academia y de la sociedad” y que es (en parte) financiada y entrenada por Atlas Network, la mega red mundial de think tanks. Fue el propio director de Atlas, Alejandro Chafuen, quien reconoció en una entrevista con la periodista Marina Amaral de Agenda Pública que dan a Estudiantes Pela Libertade entrenamiento y apoyo financiero. También contó que su organización recibe el 0, de% de sus ingresos de manos de los hermanos Charles y David Koch. Según estimó el New Yorker, los magnates petroleros son los terceros más ricos de los Estados Unidos y entre 1998 y 2008 aportaron 196 millones de dólares para el desarrollo de políticas liberales en el mundo. El Tea Party fue uno de los grandes beneficiados.
Los jóvenes liberales decidieron abandonar el sello “Estudiantes por la Libertad” y usar la ‘marca’ MBL (hasta entonces tan solo una página de Facebook) justamente para despegarse. Aunque Kataguiri afirma que en la actualidad no tienen nada que ver, se juntan en las palestras que organizan los Institutos Liberal, Millenium, Ludwig von Mises Brasil o Liberal de São Paulo. Además, en una nota en el propio sitio de Atlas, la organización se relame públicamente por el papel que tuvo “Students for Liberty” durante las movilizaciones contra Dilma. Y usa como ilustración una foto del Kataguiri.

Midiendo la correlación de fuerzas

El 2 de Octubre Brasil tendrá que ir a las urnas. Será una elección municipal que sincere la correlación de fuerzas, con un PT herido y un nuevo oficialismo que según las encuestas tiene sólo un 14 por ciento de aprobación.
Temer junto a su gabinete de hombre blancos -literalmente- prometió que no será candidato en las presidenciales de 2018. A cambio, desde los diferentes rincones de la nueva alianza opositora ofrecen gobernabilidad y descartan un eventual adelantamiento de las elecciones, para lo cual haría falta una enmienda constitucional y mayorías en el atomizado congreso.
Adelantar las elecciones es la estrategia de un sector del PT. En una carta pública reciente Rousseff denunció lo que considera un golpe de estado y pidió convocar a un plebiscito apoyada en que los sondeos indican que el 53 por ciento de la población estaría de acuerdo con votar nuevamente.
El lunes 29 de agosto, durante su defensa en el tramo final del juicio político, Rousseff habló en persona ante la Cámara de Senadores que la estaba juzgando, acompañada del cantante Chico Buarque y el expresidente Luis Inacio Lula Da Silva. “No tengo cuentas en el exterior, no me enriquecí de dinero público (…) No lucho por mi mandato ni por vanidad ni por el poder. Lucho por la democracia.”, dijo. Al día siguiente la destituirían definitivamente.
En este espinoso escenario político y con un PBI que prevén se contraerá este 2016 un 3,5 por ciento, hará su debut electoral el MBL. Como argumenta Kataguiri, ellos son la oposición. Nacieron opositores al PT y nunca se jugaron por Temer ni por el PMDB. Ellos son, dicen, los grandes protagonistas del proceso que movilizó a millones en todo el país, como nunca en la historia.
Los partidos serían así un sello sin mayores utilidades y su marcha del 15 de marzo de 2015 debe ser considerada “el mito fundante del liberalismo en Brasil”. Para la izquierda el MBL es artificial: “No tienen base social ni capilaridad”, dice Wyllys. No fueron ellos los que llevaron a la gente a la calle, fueron los medios”. Joaquín Pinheiro, de la mesa nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, MST, los acusa de ser financiados por la CIA: “Es parte de un aparato que se ha montado en varios países y que movilizan en las redes sociales, a las que quien tiene acceso es la clase media”.
Para la región, el giro de Brasil resultó drástico. La Unasur y la OEA callaron. Los mandatarios de Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua denunciaron que se trata de un golpe, pero no fue suficiente para hacer temblar al incipiente régimen. Mauricio Macri, presidente de Argentina, saludó desde el silencio el proceso y evitó cualquier comentario que pudiera erosionar la relación con el nuevo gobierno, aliado necesario para el acercamiento a la Alianza del Pacífico y el ansiado Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Algunos hablan de una “inflexión histórica” en Sudamérica y del inicio de la “restauración conservadora” que empezó en Argentina, sigue en Brasil y mira con ganas a Venezuela.
Serán las urnas las que decidan qué rol tiene cada cual en este nuevo Brasil.

*Periodistas. Texto publicado originalmente en CIP Americas

lunes, 26 de septiembre de 2016

América es un continente, no un país

América, desde el norte, con Alaska, México, Estados Unidos y Canadá hasta la Patagonia con Argentina y Chile es un continente. Tampoco Norteamérica, ni Estados Unidos, son términos ni nombres exclusivos. Inclusive el de "Estados Unidos" sigue siendo usado por México y también por Brasil y en Venezuela lo fue hasta 1864. Convénzanse, mis estimados amigos de los "Estados Unidos de América", América es un continente y no un país, una nación o una patria y ustedes, como dicen sus documentos y monedas, son Estados Unidos de América. Esta América común con numerosos países e instituciones americanas: la Organización de Estados Americanos, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Consejo de las Américas, etc., que comprueban lo afirmado.
La Real Academia Española recomienda que «debe evitarse el empleo de americano para referirse exclusivamente a los habitantes de los Estados Unidos, uso abusivo que se explica por el hecho de que los estadounidenses utilizan a menudo el nombre abreviado America (en inglés) para referirse a su país. No debe olvidarse que América es el nombre de todo el continente y son americanos todos los que lo habitan». Son muchos pueblos, naciones. América es un continente y, como es usual, un continente con norte, centro y sur.
Ninguna de las naciones americanas es América por antonomasia y por eso es oportuno, cumplidos ya mas de 500 años, que el nombre no lo monopolice nadie, pues América y americanos somos todos y no tan sólo Estados Unidos de América y sus ciudadanos; ¿qué nación europea, asiática o africana ha pretendido jamás ser Europa, Asia o África? Evidentemente en el caso de nuestro Continente, América, el hacerlo es un despropósito. 

La Real Academia Española recomienda que «debe evitarse el uso de la palabra americano para referirse exclusivamente a los habitantes de los Estados Unidos, uso abusivo que se explica por el hecho de que los estadounidenses utilizan a menudo el nombre abreviado America (en inglés) para referirse a su país. No debe olvidarse que América es el nombre de todo el continente y son americanos todos los que lo habitan».
La controversia sobre el uso del gentilicio americano está originada por ser usado en español, a la vez:
  • En el uso tradicional a los naturales de América como continente.
  • En un segundo término, a los ciudadanos de Estados Unidos de América, uso derivado de la influencia lingüística inglesa.
  • La denominación de Latinoamérica que pretende abarcar, además del español, aquellos países cuyos idiomas mayoritarios son el francés como Haití y el portugués como Brasil.
  • La denominación de un único continente América, y la visión de varios: «Panamérica», «Las Américas», «Angloamérica», «Iberoamérica», «Hispanoamérica», «Latinoamérica», «Norteamérica», «Centroamérica», «Sudamérica», «Oasisamérica», «Aridoamérica» y «Mesoamérica», etc.
En estas cuestiones los puntos de vista son divergentes.
América es el nombre de uno o dos de los continentes de la Tierra, nombrado así por los europeos después de su descubrimiento, y que es mayoritariamente aceptado por los habitantes de dicho continente, en especial por aquellos con una cultura o etnia de origen europeo. Sin embargo, no es siempre aceptado por los indígenas y diversos grupos que reivindican la antigüedad de esta parte del planeta, por otro lado tan antigua como cualquier otro continente.
La polémica sobre la denominación del continente ha motivado diversos cambios de nomenclatura a este nivel, y hasta hoy sigue siendo objeto de polémica entre distintos sectores.

domingo, 25 de septiembre de 2016

La megafusión Bayer - Monsanto

Por Raúl Dellatorre - Después de varios meses de especulaciones y negociaciones reservadas, finalmente el 14 de septiembre se hizo publico que Monsanto había aceptado la oferta de Bayer, por 66 mil milllones de dólares, para adquirir la empresa. El emporio alemán en el mercado de farmacéuticos incorporaría así a su campo de control a la mayor empresa global en el negocio de agroquímicos y semillas.
Según el comunicado oficial, “el objetivo está en cómo alimentar a tres mil millones de personas más que habrá en el mundo en 2050 en una forma sostenible con el medio ambiente”. Sin embargo, detrás del mega acuerdo aparecen otras cuestiones más ligadas a la preocupación por el control de un negocio multimillonario y no tanto a la alimentación o al medio ambiente.
Antes de la megafusion de Monsanto y Bayer, se habían producido otras dos grandes operaciones de concentración en el negocio de agroquímicos. Con diferencia de pocos meses, Dow Chemical se quedó con DuPont y la asiática ChemChina hizo su ingreso al mercado occidental absorbiendo a la suiza Syngenta. La alemana BASF fue la única que quedó dando pelea en solitario frente a los tres nuevos gigantes que se erigen en el mercado.
Pero la reorganización del negocio también afecta a otros eslabones de la cadena de agroalimentos e insumos. Las tres megafusiones del último año impactan en el negocio de semillas y agroquímicos. Pero hubo otras que tendrán efectos de alcance mundial no menores en los rubros de fertilizantes y maquinaria agrícola.
La fusion de Agrium y PotashCorp dio lugar a la formación de la mayor empresa de fertilizantes a nivel global. Esta operación habría apurado a Bayer en la compra de Monsanto, para no perder el tren. La firma alemana no solo se dedica a fabricar y promocionar su famosa aspirina, sino que diversifica su negocio desde la producción e investigación en los más diversos rubros farmacéuticos, hasta las semillas, pesticidas, abonos y desarrollos en ingeniería genetica. De cualquier modo, la adquisición de Monsanto implica que el negocio de semillas y agroquímicos pasará a ser el predominante.
Otro movimiento significativo previo a esa fusión fue el acuerdo que John Deere, primer fabricante de maquinaria agrícola a nivel mundial, llegó a concretar con Monsanto, en 2015, para comprarle la subsidiaria Precision Planting, dedicada a la elaboración y recolección de datos agrícolas. El Departamento de Justicia de Estados Unidos paró la operación señalando que ambas empresas, unidas, pasarían a controlar el 85 por ciento del mercado de cultivos de precision, en perjuicio de los agricultores de ese país. Esa importante subsidiaria quedará ahora en manos de Bayer, si no sucede que nuevamente las autoridades regulatorias se opongan.
Y es que el rubro maquinaria agrícola ya no es solo tractores y cosechadoras, sino que incluye drones, robótica y sistemas GPS que colectan datos de humedad, clima, presencia de insectos, hierbas y todo lo que habite en el campo. Según los especialistas, cada vez es más evidente que quien maneje esta información sera quien tenga el control de los primeros pasos de la cadena agroalimentaria. Y el control de las semillas, agroquímicos y fertilizantes, será su complemento.
Aun asumiendo el costo del mal nombre que tiene Monsanto en Europa, vinculado al glifosato y a las semillas transgénicas, la alemana Bayer dio un gran paso en esta batalla, sin confiarse por ello en que el resto se quede quieto. Su objetivo es pelear por la porción principal de la renta agrícola mundial, en una carrera que, por volumen y manejo de eslabones estratégicos, ya afecta la soberanía, y no solo alimentaria, de países productores y consumidores.


Fuente: Motor Económico

martes, 13 de septiembre de 2016

El Mini Davos del presidente

Gabriel Monzón* - Escucho el discurso del Presidente en el Mini Davos porteño. La palabra empleada amplia la grieta, la profundiza. Dice que la recesión, que no existía hasta el inicio de este gobierno, está pasando y que la inflación baja (le falto decir que con el hambre de los argentinos). Enfriar la economía es una frase que se utiliza para justificar la transferencia de recursos. La concentración de los ingresos en sectores minoritarios que se enriquecen a costa de la disminución de los ingresos de las mayorías, con la consiguiente caída del consumo. Esto es enfriar la economía. Los precios no aumentan no porque exista más producción, sino porque existe menor consumo. El camino a la pobreza 0 es solamente un slogan que esconde que la grieta va a ser de dos tipos: política, que con las palabras se agranda cada vez más, y la económica que se traduce en una mayor diferencia entre los que más tienen y los que menos tienen. La equidad es un camino que yo no deseo que no se transite. Es una utopía que guía el accionar de muchos. Aunque solamente sea una palabra para mentir a los que escuchamos cuando el poder económico y el gobierno que representa habla. Pensalo. Que no te mientan.

* Licenciado en Economía social. Secretario Parlamentario de las Américas

jueves, 8 de septiembre de 2016

¿Por qué diablos la gente apoya a la derecha? Un médico noruego tiene la respuesta

TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO. –No creo en el destino, pero hay ciertos momentos en la vida que casi me convencen de creer que nada es casualidad. Uno de esos momentos fue cuando conocí a Gernot Ernst.
En esto venía pensando desde tiempo atrás: ¿Por qué la gente sigue apoyando a la derecha, a pesar que, bajo sus gobiernos, ya saben que es cuando peor les va? En Estados Unidos, Donald Trump no pierde popularidad. En España, la población continúa votando al Partido Popular. Mauricio Macri hoy es presidente de Argentina gracias al voto masivo de la gente. Y en México, nos preparamos para lo que puede ser la vuelta a la presidencia del Partido Acción Nacional… ¡¿Por qué diablos?! Y de tal respuesta, quería escribir un artículo.
Pero no daba con una razón convincente. La teoría dice mucho, sí, pero no lograba empatarla con el siglo XXI. Entonces acudí este fin de semana a Toluca, Estado de México, a una conferencia sobre la crisis del capitalismo organizada por el Partido del Trabajo, y conocí al doctor Ernst.
Ernst es un intelectual en serio. Médico anestesiólogo del Vestre Viken Hospital Trust, en Korngbesrg, Noruega. Neurobiólogo y científico social, ha realizado investigaciones en Teoría de la Complejidad asociadas a la medicina y las ciencias sociales. Además, es consejero científico del Partido de la Izquierda Socialista de Noruega. O sea, el sujeto sabe de lo que habla.
En su ponencia, Ernst dijo que el pensamiento de derecha tiene una explicación neurocientífica. El contexto social actual es el caldo de cultivo para esto. Internet literalmente bombardea con mierda los cerebros de las personas. La llamada “shitstorm” –término urbano para describir una serie de cosas que van aparentemente bien, pero que, al realizarse, terminan horrendamente mal–, dejan cosas (selfies, memes, chats, fotos y videos cualesquiera) que desaparecen rápido y dejan frustración. Las redes sociales están plagadas de pseudoargumentación, generan egoísmo y con ellas es fácil burlarse de asuntos realmente serios, como una tragedia humana, un acto de corrupción política, y la lucha de un grupo de personas por sus derechos. Mierda, pues. Y lo más peligroso de todo: generan miedo. Y el miedo es la materia prima de la derecha.
Ernst explicó que la derecha sabe muy bien lo que hace, cuando le habla a las audiencias. Por ejemplo, crean enemigos abstractos: migrantes, homosexuales, mujeres, anarquistas; en ellos se funda la razón del miedo. Entonces un candidato o candidata de derecha aparece como una figura paternal, que es capaz de arreglar tus problemas. Provoca –dice el doctor–, patriarcado.
Y al padre todo se le cree; por ser padre, y por haberte puesto en una posición infantil de indefensión. De hecho, una vez entregándote a él, cada afirmación que haga la tomas como válida. No importa si sabes que es mentira; no importa si él mismo sabe que es mentira, explica Ernst. Se ha creado una imagen del “nosotros contra los otros”. No argumenta. No te pone a pensar, no lo necesita. Lo único que la derecha requiere es poner imágenes en tu mente mediante palabras y definiciones: “Los mexicanos son violadores y traen drogas”.

Gernot Ernst, médico y consejero científico del Partido de la Izquierda Socialista de Noruega. FOTO: Alberto Buitre
¿Buscaba una respuesta? Ahí la tenía. Pero no era suficiente. Quería saber más, y entonces me lancé a conversar con él.
–Ernst, dime, ¿por qué tiene tanto éxito la derecha hoy en día?
–Los medios de información han cambiado, particularmente internet. Pero también la forma de educación, de movimiento, esto provoca que nuestra mente cambie, que tengamos dificultades de concentrarnos y de aceptar o entender argumentos. Esto es explotado por la derecha porque se especializa por utilizar el miedo. Saben lo que están haciendo. Están utilizando el miedo social.
–¿Pero por qué funciona tanto?
–El miedo, la confusión. Es un hecho que, cuando eres confundido, tu cerebro no logra argumentar. El cerebro es fácil de convencer con imágenes, con palabras simples. Por ejemplo, las grandes tiendas hacen grandes laberintos donde las personas no encuentren la salida. Es una estrategia. Porque cuando eres confundido no tienes fuerza mental para no comprar cosas. Es una técnica; es fácil confundir a la gente. Es la estrategia: aumentar el miedo, aumentar la confusión y así saben que la gente va a apuntar hacia la derecha. Es una estrategia clásica fascista.
–¿Qué opinas de Trump? ¿Por qué, a pesar de tantas críticas, todos los días, el tipo sigue vigente?
–Trump y sus partidarios saben exactamente qué están haciendo. Trump psicológicamente es un hombre viejo que teme a la muerte. Es una estructura típica de la derecha. Ellos temen a la muerte más que los de la izquierda. Y cuando temes a la muerte, cuando tienes miedo, tu método para sobrevivir es la agresividad. Y esos instintos son provocados. En los mitines de Trump, quienes están ahí, la mayoría son hombres son un poco más viejos y también son hombres o mujeres que tienen una alimentación que no es buena, y sus funciones en el cerebro no funcionan claramente. Esta es una estrategia que se ha construido y sus especialistas trabajan en eso.
¿Y qué diablos hacer? Según el doctor Gernot Ernst, la izquierda (yo más bien me considero un anarquista clásico, pero igual aplica) tiene en sus manos la más vieja de sus armas: la organización social; que, dadas las circunstancias, sigue siendo la más efectiva. “Porque la organización social disminuye el miedo”
En la izquierda –apunta– , no hay un camino tan fácil como en la derecha. “La izquierda argumenta. Pero hemos olvidado la organización. Y para la organización necesitamos más tiempo. Hemos perdido a los trabajadores donde no tenemos sindicatos, y ahí debe haber compañeros que sufran y luchen con ellos. Esa es nuestra fuerza. Cuando estamos ayudándoles en las cosas pequeñas, van a escuchar y van a recordar qué es los más importante y van a luchar también. “
Luego entonces, Ernst ofrece lo siguiente que, he titulado: “Consejos del doctor Gernot Ernst para evitar que la gente apoye a la derecha, y sí apoye a la izquierda:
  1. EJEMPLIFICA CON GENTE NORMAL. Explica los problemas y argumenta con base a experiencias de gente común, con la cual tu audiencia se sienta identificada.
  2. MENOS DISCURSOS, MÁS PREGUNTAS. Evita imponer tus ideas. Pregunta, para que la gente descubra la verdad por ella misma.
  3. UTILIZA EJEMPLOS HISTÓRICOS. La gente no tiene consciencia histórica. Recuérdales lo que ha pasado, para que no cometan los mismos errores, y recuerden los éxitos antiguos.
  4. LA DERECHA MANIPULA, LA IZQUIERDA ORGANIZA. Es válido si utilizas algunos métodos de la derecha, como usar imágenes y definiciones. Pero no te olvides de lo más importante: la organización social es la clave.
Ernst explica la propia experiencia del Partido de la Izquierda Socialista de Noruega y la razón de su éxito, al ocupar hasta el 10 por ciento de las preferencias electorales en el país. “En Noruega tenemos la misma lucha contra el neoliberalismo y la organización sindical es muy fuerte, todavía. En algunas áreas, el 90% de los trabajadores están organizados y esto es único en Europa. Pero también al otro lado tenemos un movimiento populista de derecha que es igualmente fuerte, casi el 20 por ciento. Es una lucha muy importante. Es particular para nosotros el SV (“Sosialistisk Venstreparti”, nombre en noruego del Partido) tenemos tres principios generales: el juicio social, el medio ambiente y el feminismo. Eso es muy importante para nuestra lucha. Porque cuando somos capaces de convencer a las mujeres, y las mujeres no son amigas de los populistas de derecha y trabajamos con ellas, juntos, es uno de los métodos con los cuales podemos ganar”.
Nos despedimos con un par de fotos y un buen saludo. Yo, con la esperanza de verlo de nuevo un día y aprender más. Gran sujeto. Y sobre todo, preguntarle de qué personaje era esa espectacular camiseta de jazz que portaba. Nos vemos pronto, camarada.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Presentan pruebas del plan golpista de mineros en Bolivia

El plan conspirativo de "connotación golpista" constaba de siete ejes de planificación, con trincheras y puntos de abastecimiento de explosivos, financiamiento, logística y suministro de un arsenal de armas letales para provocar muerte de personas.
El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, presentó este domingo múltiples pruebas sobre el intento de golpe de Estado y las violentas protestas generadas por mineros cooperativistas que asesinaron al viceministro de Gobierno, Rodolfo Illanes.
Romero explicó que el plan conspirativo de "connotación golpista" constaba de siete ejes de planificación, entre esos, mencionó la organización de la movilización, definición de la consigna, elección del escenario de operaciones (trincheras y puntos de abastecimiento de explosivos), financiamiento, logística y suministro de un arsenal de armas letales para provocar graves daños, incluso cientos de muertos.
El ministro boliviano aseguró que la conspiración contaba con una suerte de Estado Mayor bajo la dirigencia de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), asesores y abogados, entre los que se identificó a Jaime Zambrana Mercado, Mirtha Quevedo, Freddy Ontiveros e Iván Paredes.
"Eso ya no es movimiento reivindicativo, es un movimiento conspirativo, político, golpista. No solamente está planteando una modificación estructural de la política económica del Estado referida a los recursos naturales", denunció Romero en declaraciones a la radio y televisión estatales.
El funcionario denunció que con estos hechos pretendía desatar una crisis política de proporciones en Bolivia, para validar 31 contratos con empresas extranjeras.

En contexto

El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció el pasado viernes 26 de agosto que las movilizaciones de los cooperativistas mineros en su nación tenían un trasfondo político y no la búsqueda de reivindicaciones para el sector.
Tras el asesinato del viceministro Rodolfo Illanes en manos de mineros, dijo que los cooperativistas pueden tener muchos argumentos para protestar, pero que conoce que un gran número de ellos defendían la capitalización del sector minero, respaldaban las movilizaciones de la derecha en el país y además firmaban contratos con empresas privadas, a espaldas del Estado.

Fuente: La Nave

El nuevo Plan Cóndor de EEUU sobrevuela América Latina

Por Alberto Mas (*) La restauración colonial en el continente americano, planeada e implementada desde Washington a través de sus tanques pensantes y con las corporaciones mediáticas como punta de lanza, parece consolidarse tras la destitución de Dilma Rousseff con un golpe de estado parlamentario con colaboración del aparato judicial.
Cuando en diciembre de 2004 se fundaba el ALBA (Alianza Bolivariana para América, devenida luego en ALBA-TCP) y el 5 de noviembre de 2005 en Mar del Plata, Argentina, se enterraba el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), aires de integración económica y política parecían convertirse en un huracán imparable, al abrazo de Chávez, Lula y Kirchner, le siguieron el triunfo de Evo Morales en Bolivia y su Revolución Plurinacional, Rafael Correa y la Revolución Ciudadana en Ecuador, Daniel Ortega y el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua, Fernando Lugo en ParaguaEl nuevo Plan Cóndor de EEUU sobrevuela América Latina y con la Alianza Patriótica para el Cambio, un nuevo horizonte se abría para nuestro continente.
El ejemplo de resistencia de la solitaria Cuba se impregnaba en los pueblos de América, la dignidad humana comenzaba a prevalecer sobre el vil dinero y las políticas sociales eran los objetivos de los gobiernos progresistas, una nueva  era transitaba los caminos del cambio en las sociedades explotadas y discriminadas por más de 500 años que comenzaron a construir la segunda y definitiva independencia.
El imperio no se quedó expectante ante ésta situación, a pesar que sus intereses principales se encontraban en Medio Oriente y el Norte de África no se olvidó de lo que siempre definieron su “patio trasero”, y fue montando una red de ONGs, fundaciones y estructurando con los grupos económicos mediáticos una política injerencista que esperaba el momento oportuno para dar el zarpazo.
Manejando los tiempos de las oligarquías locales y coordinándolas con los grandes grupos económicos transnacionalizados, con apoyo de los poderes judiciales y parlamentarios, los golpes blandos se pusieron en marcha.
Manuel Zelaya derrocado en 2009, intento de magnicidio de Rafael Correa en 2010, destitución de Fernando Lugo en 2012, permanente acoso a Hugo Chavez y tras su muerte a su sucesor Nicolás Maduro y la pérdida de la mayoría parlamentaria en las últimas elecciones de miembros de la Asamblea Nacional bolivariana en medio de una permanente agresión externa y guerra económica, derrota en el plebiscito de Evo Morales por una operación de prensa, triunfo electoral de los candidatos de la Embajada Norteamericana en Argentina en 2015 y la reciente destitución de Dilma Rousseff en Brasil, demuestran que nada es casual, sino causal, y dirigido desde los centros de poder imperial al norte del Rio Bravo.
Los gobiernos progresistas de la región se encuentran atrapados entre la legalidad de las democracias construidas en épocas de la independencia de las colonias y reformadas en la pos-guerra con propuestas liberales y bajo la tutela política de los EEUU y la prédica de los medios hegemónicos de comunicación en lo que podemos denominar un verdadero “Plan Cóndor de control Informativo”, lo que ha condicionado inicialmente la implementación de reformas y políticas alternativas.
Solo tres países de la región han efectuado reformas constitucionales que rompen con la legalidad reaccionaria del statu quo conservador, dando un cambio a la concepción del rol del Estado y el modelo económico en el funcionamiento de la sociedad, contrariando la lógica neoliberal, reconociendo la pluralidad étnica de nuestras poblaciones y buscando un modelo de democracia más participativo: Venezuela (1999), Ecuador (2008) y Bolivia (2009), pero en ninguna de ellas se estableció la comunicación y la información como un bien social que no puede estar en manos de sociedades de capital ni de empresarios particulares.
Es tremendo como dos de los países fundamentales en la economía continental y principales sostenedores del acuerdo de integración económica más importante en volumen y territorio del continente, el MercoSur, han sido dominados por las mafias empresariales, mediáticas y judiciales, serviles al norte imperial.
Con una metodología de inicio similar, medios y poder judicial coordinados, Cristina Fernandez y Dilma Russeff sufrieron los ataques sistemáticos de la derecha, que llevaron a la pérdida de las elecciones al Frente Para la Victoria de Cristina y a la destitución a Dilma.
Los sucesores de ambas presidentas, Mauricio Macri, en Argentina y Michel Temer en Brasil, fueron denunciados en los  WikiLeaks como informantes o colaboradores de los funcionarios de las embajadas norteamericanas de sus respectivos países, detalle no menor que debemos tener en cuenta cuando analizamos lo que está pasando hoy.
Los ataques del norte sobre el Mercosur tienen un claro objetivo compartido hoy por los gobernantes argentinos y brasileros de destruirlo. Al ingreso de Venezuela al mismo, se producía un interesante vuelco del acuerdo regional, de ser solo un tratado comercial se pasaba a un tratado integrador económico-político-social, con un estado miembro que hacía de bisagra con el otro tratado económico-político-social del ALBA-TCP, liderado por Cuba y Venezuela, de producirse una integración plena del estado bolivariano al Mercosur, de desarrollarse el Banco del Sur (al que se oponían las burguesías empresariales tanto de Brasil como de Argentina), se daban las condiciones de un proceso de integración del Sur con América Central y el Caribe, generando un tremendo mercado regional, no ligado a las políticas norteamericanas.
El golpe en Brasil, no solo destituye a Dilma Rousseff, sino que, como en Argentina, produce un brutal retroceso en las políticas sociales, poniendo al Estado en un lugar de subsidio a las corporaciones económicas, a las que les entrega la dirección del mismo y busca redirigir los acuerdos económicos internacionales, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica),  podían en corto plazo poner en jaque el dominio comercial norteamericano, y sufrirán un cimbronazo muy duro al retirarse Brasil cuya política se atará a los designios del FMI y el BM sin ninguna duda.
La destitución de Dilma y la asunción de Temer se da en momentos donde se intentaba dar un golpe también dentro del Mercosur, no permitiendo que Venezuela asumiera la presidencia pro-tempore, mientras que arrecian los intentos golpistas contra Maduro, la derecha paraguaya, junto a la brasilera y argentina generan las condiciones para la desintegración del acuerdo regional, aunque por diferentes motivos, acuerdan con el objetivo, además de ser serviles a la política exterior norteamericana.
A los empresarios argentinos ligados a las transnacionales y encabezados por Macri, los seduce la incorporación al Tratado Trans Pacífico y la participación en un Mercosur activo e integrador lo consideran un escollo en sus objetivos, debe ser eliminado, aunque ello signifique ceder soberanía política y económica a las grandes corporaciones y a los países centrales, EEUU a la cabeza.
Por ello afirmamos al principio de la nota que la restauración colonial en el continente americano es planeada e implementada desde Washington, real beneficiario de los desastres que se avecinan con la aplicación de las políticas del Consenso de Washington en nuestros territorios.
Debemos reconocer que éstos avances de la derecha se producen también por la inacción de los gobiernos progresistas que pensaron que podían desarrollar políticas sociales, generadoras de un mercado interno que sacaron a millones de personas de la indigencia y la pobreza, recuperando para el pueblo la plusvalía de la producción, fundamentalmente de bienes primarios y la explotación extractiva, y al mismo tiempo que negociaban con las grandes corporaciones de capital monopólico,  controlarlas sin cambiar de raíz la matriz económica y política del país.
No están dentro del capitalismo los genes que permitan resolver el hambre, la distribución injusta de los ingresos,  la equidad en el ejercicio del poder y la justicia social, por eso no hay acuerdos estables con los dueños del capital y el imperio como su control fáctico, solo serán transitorios y tácticos, y tanto en Argentina como en Brasil en ésta década ganada al neoliberalismo, sus gobiernos no lograron desmontar las estructuras de poder económico, ni tomaron medidas de fondo como la nacionalización de la banca y el comercio exterior y una reforma agraria acorde con las nuevas necesidades de producción agropecuarias, ni se dieron una política sobre los medios de comunicación y sus propietarios y perdieron la oportunidad, cuando podían hacerlo, de modificar las feudales constituciones que tenemos y desmantelar el aparato judicial, convertido en un partido político al servicio imperial.
La formación de cuadros políticos y el diseño de políticas de ocupación territorial, el impulso al desarrollo de los movimientos sociales y de pueblos originarios, el desmantelar y sustituir las viejas estructuras partidarias en el territorio, el apoyarse permanentemente en la movilización popular, era una necesidad para enfrentar la reacción que se avecinaba y poder asegurar un destino distinto a Nuestra América.
No se podía negociar con los serviles del imperio, eso debemos aprenderlo para el futuro, no pueden haber más Cobos ni Temer en gobiernos populares, un proceso de cambio debe ser profundizado a cada paso para sostenerse y avanzar, sino el enemigo te destruye.
Ahora es de esperarse que todos los cañones apunten a la Venezuela Bolivariana, hay que defenderla y confiar en un pueblo movilizado, millones en la calle para recuperar la iniciativa popular en el continente y resistir la restauración colonial con la unidad de los pueblos, único camino para construir un mundo mejor.

(*) Integrante de CAPAC/Periodista

domingo, 4 de septiembre de 2016

Las tres fases del neoliberalismo chileno

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Ximena de la Barra
xdelabarra@yahoo.es

Recordatorio Histórico en una Píldora

El gobierno de la Unidad Popular, liderado por Salvador Allende, inició la Vía Chilena al Socialismo (revolución democrática y pacífica) a comienzos de la década de los 70. En ese proceso, el cobre, principal recurso natural chileno, antes en manos de las empresas Estadounidenses, se nacionalizó con la aprobación unánime del Parlamento.
Los militares Chilenos, armados y entrenados por los Estados Unidos y firmes seguidores de la Doctrina de Seguridad Nacional, pretendían ser fieles defensores de la Constitución. Sin embargo, la traicionaron en un golpe militar el 11 de Septiembre de 1973, con el apoyo de los Estados Unidos (EE.UU.) (periodo Nixon/Kisinger).

Primera Fase: El experimento neoliberal en dictadura

Durante la Dictadura de Pinochet, Chile se transformó en la vitrina del neoliberalismo. A finales de la década de los 70, Milton Friedman, profesor de la Universidad de Chicago, y un puñado de sus alumnos chilenos, los Chicago Boys, convencieron a Pinochet de la oportunidad que significaría para Chile el emprender este experimento novedoso, que aún no se había llevado a cabo en país alguno. Nada importaba que para que los chilenos – por entonces con elevada consciencia política – no se resistieran, había que imponerlo a sangre y fuego. Se acaba así lo poco que quedaba de la Vía Chilena al Socialismo y comienza la Vía Chilena al Neoliberalismo.
Esta contra-revolución con los EE.UU. y el capital transnacional como aliados, no solo sembró el terror destruyendo al movimiento popular sino que además impuso ajustes estructurales que más adelante conformaron el Consenso de Washington, impuesto a lo ancho y largo de una América Latina endeudada, en las décadas del 80 y el 90. Para mayor seguridad y para perpetuar el modelo a través del tiempo, la Dictadura promulgó una nueva Constitución imponiendo al neoliberalismo en su texto.
Así, el cobre comienza a desnacionalizarse, se imponen el extractivismo y las privatizaciones. Chile se transformó en una sociedad de mercado y las exportaciones constituyeron la gran estrategia para garantizar un crecimiento ilimitado. Los intereses de los EE.UU. quedaron resguardados y los imposibles mecanismos para cambiar la Constitución y las Leyes buscaban la perpetuidad del modelo.
A finales del periodo presidencial de James Carter, la Dictadura comenzaba a ser una vergüenza internacional y en negociaciones secretas entre los Estados Unidos, los militares y lo que después llego a ser la Concertación de Partidos por la Democracia (Concertación), se llegó a una fórmula para retornar a la democracia a cambio de la impunidad para los criminales y de la continuidad para la Constitución de la Dictadura. Se garantizaba, además, un financiamiento especial para los militares, fuera del presupuesto público, con lo que el gasto militar haría las delicias del Complejo Militar Estadounidense.

Segunda Fase: La consolidación y auge del neoliberalismo durante los gobiernos “democráticos”

En el plano político, a la vez se restablece la democracia pero meramente en su aspecto electoral y también se deslegitima al responder a una ley electoral injusta. Se elige a un Demócrata Cristiano y ex golpista, Patricio Aylwin, como el primer presidente de la Transición y Pinochet asume como senador vitalicio. Ya firmemente en el poder, la Concertación perfecciona el modelo y lo legitima haciendo cambios mínimos en la Constitución de Pinochet, agregándole la firma del Presidente Lagos. Todo mecanismo que se propusiera para llegar a una Constitución legítima y democráticamente elaborada se rechazainmediatamente.
La mayoría de los criminales violadores de derechos humanos siguen sin ser castigados y a muchos de ellos se les dan cargos públicos destacados u otros privilegios. Solo un puñado de casos emblemáticos es llevado a la justicia. El Dictador es rescatado de un juicio internacional y finalmente muere en su cama.
La Concertación no aprovecha los breves periodos en que tiene mayoría en el Congreso para abolir leyes injustas como la Ley de Amnistía, la Ley Laboral, la Ley de Educación y las leyes represivas. El Partido Socialista, ex marxista se declara socialdemócrata y en la práctica demuestra ser plenamente neoliberal.
El Presidente Lagos, que dice ser socialista, es reconocido por las asociaciones de empresarios como el mejor presidente de derechas que ha tenido Chile. Por esto, el ciudadano de a pie se aleja de los partidos políticos tradicionales aunque tampoco encuentra en la izquierda atomizada, una propuesta sólida y convincente.

En materia de economía, el mercado predomina en todos los ámbitos de la sociedad y el Estado, fiel al Pinochetismo, se mantiene en su rol subsidiario, sin competir con el sector privado ni tan siquiera en los sectores sociales como la salud y la educación. Por el contrario, lo subsidia para que el sector privado ejerza las funciones a las que el estado renuncia. Surge el culto al crecimiento como si fuera sinónimo de desarrollo, y el culto al lucro que se instala para quedarse.
El modelo se basa en el extractivismo y las exportaciones. El “sueldo de Chile” como el ex Presidente Allende llamaba al cobre, gradualmente pasa a manos extranjeras. La extracción de recursos naturales, tanto en la minería como en el sector forestal, entra en conflicto con las comunidades indígenas y depende desmedidamente del agua, que también pasa a manos privadas. Se exporta la materia prima sin ninguna elaboración industrial y sin un justo retorno en forma de royalties. El incremento de la explotación de la naturaleza va de la mano con la explotación de los trabajadores. A modo de ejemplo, la productividad aumenta en un 90% pero los salarios solo un 20% con lo que aumenta la vulnerabilidad de los trabajadores y se permite a los empresarios llevarse la tajada del león. Para mayor insulto, las leyes impositivas extraen más impuestos del trabajo que del capital.
La generosidad del Gobierno para con los inversionistas privados provoca un auge en el flujo de inversiones extranjeras. Crece el Producto Interno Bruto (PIB) y mejoran los indicadores macroeconómicos. Al no ser un crecimiento industrializador, creador de valor e innovador, ni mucho menos desarrollador de capacidades nacionales, sino el de procesos de acumulación rentista, no es un crecimiento modernizador como se lo publicita. Se acelera la puerta giratoria entre el sector público y el gran negocio, y los holdings chilenos comienzan a operar globalmente. Los medios de comunicación concentrados en pocas manos, con el impulso premeditado del Estado, proyectan al mundo una falsa imagen de éxito.

El desarrollo social que no puede sino ser un reflejo de lo que ocurre en la economía y en la política. En el extremo más vulnerable de las clases sociales, se sufren los efectos de las disparidades que crea el modelo. Gran parte de la inversión social se dirige a subsidiar al sector privado que vende servicios públicos en el mercado, solo para la demanda solvente. Ni Margaret Thatcher ni Ronald Reagan se atrevieron a ir tan lejos como se atrevieron los gobiernos de la Concertación, al destruir el sistema público de salud y al transformar a la seguridad social de un sistema de reparto en un sistema de capitalización.
La buena noticia es que se reduce la extrema pobreza en base a subsidios temporales, que no con política pública estable, como correspondería hacerlo. El gobierno propone a los pobres que se ayuden a sí mismos convirtiéndose en emprendedores y surge el crédito fácil como la panacea que permite el consumo y la integración social de los más precarios, cuando en realidad lo que consigue es darle un espaldarazo al lucro del sector privado. El consumismo, el individualismo y la apatía política están a la orden del día.
Los sindicatos tradicionales que aún no se reponen de la perdida de sus mejores dirigentes, optan por apoyar al gobierno, aun en contra de sus propios intereses. Son permanentemente cooptados y debilitados al haber sido  privados del derecho a huelga y a la negociación colectiva. Los empresarios, con el beneplácito del gobierno, crean el multi-rut1 con lo que fraccionan sus empresas de modo que el sindicalismo o lo que queda de él se ve limitado a luchar dentro de ámbitos muy reducidos. Del mismo modo, proliferan las subcontrataciones con lo que los trabajadores ya no saben exactamente quién es quién los explota.
Los movimientos sociales se transforman en la verdadera oposición. Por lo mismo, son cooptados o reprimidos aprovechando la Ley de Seguridad del Estado, que data del Pinochetismo. La represión se ensaña con los estudiantes que luchan por la educación como derecho en lugar de como mercancía, y con las comunidades y dirigentes del pueblo mapuche que luchan por recuperar sus tierras -ahora en manos de las forestales transnacionales subsidiadas por el gobierno- y por proteger el medio ambiente en sus tierras ancestrales.

Los EEUU no dejan de ser un actor omnipresente en esta escena, y Chile se convierte en su fiel servidor. La gestión del Estado no solo está dirigida a enriquecer a los grandes empresarios, también está dirigida a servir los intereses espurios del imperialismo estadounidense. Por eso la transferencia de recursos por la vía de los mecanismos ya mencionados se dirige mayoritariamente a los holdings estadounidenses. Además, el Estado Chileno deposita sus excedentes fiscales –en tiempos de bonanza del precio internacional del cobre- en las arcas de ese país comprando bonos del Tesoro.
Chile negocia y firma una gran cantidad de tratados comerciales contribuyendo a la propaganda mundial sobre los supuestos beneficios del libre comercio, y apoyando las ansias estadounidenses de reconstruir, por la vía de los tratados bilaterales el poder potencial que perdió en 2005, cuando América Latina, liderada por los entonces presidentes Chávez y Kirchner, se opuso al Tratado de Libre Comercio con América Latina (ALCA). Chile fue el primer país Latinoamericano donde en 2004, entró en vigor un tratado bilateral de ese tipo con los EE.UU. que solo beneficia a las corporaciones transnacionales a medida que destruye a los remanentes de la industria Chilena, a sus trabajadores y a la naturaleza.
Más adelante, Chile juega un rol fundamental en la creación de la Alianza del Pacifico –básicamente uniendo a los países “amigos” de los EE.UU.– haciendo contrapeso a la emergencia de mecanismos de integración regional contrahegemónicos. Paradojalmente, Chile no participa en ninguno de los mecanismos comerciales de larga data en América Latina como son la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) aunque intenta influir en ellos.
Pero además, Chile apoya los proyectos de hegemonía política de los EEUU en América Latina. Por eso es que continuamente participa en las iniciativas de desestabilización de Venezuela y Bolivia, los “enemigos” de EE.UU. Por lo mismo, resulta siendo la única excepción en América Latina al haber reconocido al efímero gobierno golpista de Carmona en Venezuela en 2002.
Igualmente, Chile es muy activo en hacer sobrevivir el Panamericanismo asentado en la Organización de Estados Americanos (OEA). Como no puede continuar siendo la excepción, ha integrado la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) pero asumiendo un perfil muy tibio.
Como no todo puede reducirse a dar, a Chile también le tocó recibir. EE.UU. graciosamente se prestó para preparar a quien tenía potencial para convertirse en una futura líder política. Entrenó a Michelle Bachelet en materia de Defensa en el Inter-American Defense College en Washington D.C., para que pudiera asumir esa  cartera durante el gobierno del Presidente Lagos. Más adelante, para que lograra su segunda presidencia, la fogueó internacionalmente y la arropó con propaganda inmerecida al hacerle lobby para su nombramiento en la Dirección de ONU Mujeres.

Tercera Fase: La decrepitud del neoliberalismo maduro o tardío

En esta etapa, Chile comienza a cosechar los frutos de 40 años de neoliberalismo extremo durante los cuales sus fuentes de crecimiento –los trabajadores y los recursos naturales- fueron sacrificadas sistemáticamente en el altar al lucro y a la acumulación rentista, que ha dejado tras de sí externalidades que nunca entran en las cuentas alegres. Etapa que también consolida a la relación servil con los EE.UU. y llena los bolsillos sin fondo de la clase empresarial que cada día se entremezcla más con la clase política.

En el plano político, la democracia de baja intensidad recibe su golpe de gracia al transarse las posiciones del Estado en el mercado. La oligarquía compra a los cargos electos, a las leyes y a las decisiones de política pública.
Así es como la comunidad empresarial toma las riendas del Estado, corrompiéndolo. Al develarse este escándalo, los chilenos pierden la confianza en las instituciones públicas o privadas. No se salva nadie. Ni la iglesia Católica con graves y comprobados casos de abusadores de niños, ni la banca que fomenta el consumo pero no a los pequeños productores, ni el endeudamiento para lograr una educación como instrumento de movilidad social, ni la libre competencia para bajar los precios al consumidor. Tampoco se salva el Estado, ni siquiera la Presidencia, cuya corrupción y connivencia con los abusadores es abrumadoramente evidenciada. Ni siquiera los convence el engañoso e irrealizable programa de reformas del gobierno que se mercadea como la solución a todos los problemas.
Cunde la apatía electoral y el malestar de los chilenos. El 30% de los electores potenciales no se han registrado para votar. ¿Por qué votar cuando la corrupción de los candidatos ya ha sido probada? Surge un movimiento de boicot electoral. Dada la abstención, la mayoría del 60% que eligió a Michelle Bachelet en su segundo mandato, constituía en los hechos solo un 25% del electorado. Su índice de aprobación en las encuestas se sitúa actualmente en 15% lo que se debe en gran medida a su hundimiento en materia de ética y de efectividad política a los ojos del pueblo. La Concertación –ahora Nueva Mayoría con la incorporación del Partido Comunista- está plagada de conflictos internos y carece de la flexibilidad para adaptarse a las nuevas circunstancias.
El Partido Comunista que tiene que hacer la vista gorda, comparte la mala fama de sus nuevos socios a cambio de un puñado de parlamentarios que no logran cambiar nada. La izquierda partidaria, permanece atomizada.

En la economía, al igual que en la política, se consolida el poder oligopólico de los grupos económicos que continúan su proceso de acumulación por desposesión. La privatización llega al paroxismo al privatizarse el océano a costa de la pesca artesanal. El modelo depredador se exacerba y las exportaciones que corresponden a recursos naturales no procesados llegan al 90% del total, entre lo que se incluye al cobre porque ya no se exporta cobre refinado. La dependencia excesiva en los mercados globales deja a Chile a merced de fuerzas que no controla. Por mucho que aumenten las exportaciones, no ganan los chilenos. Ganan las transnacionales y sus compinches locales, muchos de los cuales ocupan cargos públicos de responsabilidad.
Continúa recortándose “el sueldo de Chile” al bajar los precios internacionales del cobre y al destruirse intencionalmente lo poco que queda en manos del Estado. Al estar la mayor parte de este recurso en manos de privados, el Estado no controla los volúmenes exportados con lo que el exceso de oferta no permite influenciar en los precios internacionales del cobre. Las privadas no solo casi no pagan royalties (solo el 3%), También han sub-facturado con la intención de evadir sus obligaciones fiscales. El Estado ha sido cómplice de este expolio al no ejercer su rol fiscalizador.
CODELCO, la estatal del cobre que explota lo poco que no ha sido desnacionalizado, habiendo sido más exitosa que todas las privadas juntas, ha sido entregada a la administración de tecnócratas provenientes de las privadas que han procedido a quebrar financieramente a la empresa, con el fin de impulsar su privatización. El litio, del cual Chile posee el 54% de las reservas mundiales conocidas, ya se ha transformado en el nuevo objeto de codicia. Las arcas fiscales no pueden sino reflejar tanta desidia estatal y tanto compadrazgo con las transnacionales.

Los sectores sociales, al igual que la naturaleza, inevitablemente sufren los impactos de una economía al servicio de las transnacionales y de una elite corrupta y rentista. Los chilenos continúan recurriendo al mercado para obtener servicios sociales ya que el Estado no ha enmendado plana en este asunto y continúa fomentando la privatización y el lucro en estos sectores. La clase media se reduce considerablemente y pierde toda esperanza de movilidad social basada en sus esfuerzos por educar a sus hijos. Los empleados del sector terciario –antes miembros de la clase media- son tan explotados, que justamente se perciben a sí mismos como parte del proletariado. La solución de recurrir al crédito fácil, ha llegado a sus límites con el 60 % de las familias viviendo encadenadas a sus deudas y a sus salarios miserables, sin poder permitirse protestar por su situación, lo que ha creado una moderna forma de peonaje.
Sin embargo, a medida que se exacerban las disparidades, crece el descontento y la protesta pública multitudinaria. Las mayores movilizaciones sociales se producen por fuera de los partidos políticos y de la oficialista Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Ya no son los estudiantes los únicos que llevan el peso de las manifestaciones. Se comprueba que los sostenedores escolares que lucran desmedidamente con la educación se sienten protegidos porque muchos de ellos tienen además un escaño en el parlamento o un alto puesto en el ejecutivo. Lo mismo ocurre con los directores de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Por eso es que la consigna de los movimientos sociales ahora es: “NO al lucro en los servicios públicos”.
Los pensionistas también han salido a las calles a denunciar al gobierno por la estafa que ha significado la obligación impuesta de cambiarse del antiguo sistema de reparto al sistema de capitalización individual, que solo genera aún más disparidades e indigencia en la vejez. Como si esto fuera poco, las administradoras de fondos de pensiones han hecho inversiones riesgosas, y mientras estas mantienen el nivel de sus millonarias ganancias y financian a sus propios negocios y a las campañas políticas, los pensionistas se han quedado con las migajas. A pesar de todo ello, la comunidad empresarial continúa sus prácticas desenfrenadas de explotación.

Las relaciones con los EE.UU. continúan estrechándose. Bajo el eufemismo de Centro de Entrenamiento para personal de Operaciones de Paz en Zonas Urbanas, se instala una base militar estadounidense en Fuerte Aguayo, muy cerca de Santiago y de Valparaíso, destinada fundamentalmente a la guerra interna. Vale decir, capacitar para sofocar la protesta social que surge inevitablemente del modelo que ha llegado a su decrepitud.
Los cables de Wikileaks confirman que EE.UU. buscaba fomentar un mayor liderazgo de Chile en la Región y en los foros mundiales para marginar la influencia de Hugo Chávez y mantener “la estabilidad regional”. Proliferan los conflictos fronterizos, creados especialmente con aquellos países “enemigos” de EE.UU., como lo es Bolivia, con lo que se contribuye a demonizarlos dándole pasto a los conglomerados mediáticos de desinformación que operan apoyando las estrategias estadounidenses. Tampoco ausente de los cables develados está el interés de EE.UU. de mantener a Chile dentro de su negocio de armamentos.
Chile se ha puesto al servicio de los EE.UU. para promover el “libre” comercio y para contribuir a destruir o transformar encubiertamente a los mecanismos de integración contra-hegemónicos que con tanto esfuerzo han surgido en la Región. En cambio, ha liderado la creación de la Alianza del Pacifico y más tarde ha sido el paladín del Tratado Transpacífico (TTP). En definitiva, la gran contribución de Chile a la geopolítica estadounidense consiste en aportar a evitar, entorpecer o destruir cualquier mecanismo que contribuya a un mundo multipolar. Comprender el rol de Chile como el guardián de los intereses de EEUU en la región es fundamental para comprender porqué los medios de comunicación hegemónicos aun ensalzan las bondades del modelo chileno y de sus líderes políticos. Esta campaña mediática global, a su vez permite a Chile, a pesar de su fracaso, continuar ejerciendo su rol de liderazgo, tal como lo requiere EE.UU.

¿Cómo se vislumbra el futuro?

El Estado chileno ha plantado las simientes de su propia destrucción física, ética y económica. Se han puesto en marcha formas inéditas de traspaso de recursos desde la ciudadanía al empresariado transgrediendo tratados internacionales en asuntos sociales, ambientales y relativos a los pueblos indígenas. Los dueños de Chile y de sus recursos no son el pueblo soberano, sino que son un puñado de personas que no tienen asiento en ninguno de los tres poderes del Estado, sino en los directorios de las grandes empresas. La ruptura entre representantes y representados es insalvable y las clases dominantes se muestran incapaces de plantear alternativas.
Sin embargo, los chilenos de a pie parecen haber perdido el miedo, se organizan para informarse y para denunciar el lucro en los servicios básicos, la lacra de las subcontrataciones, y demás formas de violación de derechos. Se organizan en pos de una Asamblea Constituyente saliéndole al paso a la engañosa propuesta gubernamental de cambio constitucional que pone esa tarea en manos comisiones designadas y de parlamentarios probadamente corruptos y coludidos con el gran capital. Aún faltan pasos fundamentales que dar antes de encontrar una salida, como son el de unir todas las luchas en una sola gran lucha, el de construir un pueblo que supere el individualismo y el consumismo, y que recupere la ética republicana para poder desarrollar una clara propuesta de futuro.
Este artículo ha puesto de manifiesto lo indisoluble que resulta ser la situación nacional de su relación con EE.UU., aunque con la excepción de algunos iniciados, los movimientos sociales aún no lo han llegado a comprender plenamente. No se encontrará opción de salida alguna si no se incluye este crucial factor en el análisis. El momento político en la Región se complica y resultará cada vez más difícil luchar en contra el poder imperial y de la corrupción a nivel local, sin el contexto de países vecinos con quienes compartir la lucha. Chile ha sido un país pionero tanto cuando emprendió la vía chilena al socialismo como cuando emprendió la vía al neoliberalismo. Bien puede volver a ese rol precursor y ponerle un “palo en la rueda” a la contrarevolución neoliberal que en este momento se extiende por el continente dando golpes duros y blandos.
En pleno auge del neoliberalismo, Chile y una multitud de sus analistas y consultores dieron lecciones en la región y en el mundo de cómo ser exitoso. Do it the Chilean way como se permitió recomendarle Sebastián Piñera, entonces Presidente de Chile a Angela Merkel. Esta vez no habrá consultores ni analistas ni argumentos para asesorar respecto a las virtudes de un neoliberalismo tardío. Pero el mundo, incluso el mundo desarrollado, haría bien en estar pendiente de los acontecimientos en Chile, aunque les parezca que eso no va con ellos, porque a medida que el neoliberalismo conquista el globo, se aceleran los procesos que a Chile le tocó experimentar tempranamente. Difícil es aprender de experiencias ajenas pero esta vez, no conviene hacerse el sordo.

Bibliografía
 
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Boeninger, E. (1997) Democracia en Chile: Lecciones para la gobernabilidad (Santiago: Andrés Bello).
de la Barra, X. (2016) ‘¿Whither Social Democracy in Chile?’ en Schmidt ed. The Three Worlds of Social Democracy (Londres: Pluto Press). ___ ed. (2011) Neoliberalism’s Fractured Showcase: Another Chile is Possible (Linden: Brill).
Gaudichaud, F. (2015) Las Fisuras del Neoliberalismo Chileno: Trabajo, crisis de la “democracia tutelada” y conflictos de clase (Santiago de Chile: Quimantu y Tiempo Robado Editoras).
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—- (2013) El Chile Profundo: Modelos Culturales de la Desigualdad y sus Resistencias, (Santiago: Liberalia Ediciones).
Mayol, A. y Ahumada, J.M. (2015) Economía Política del Fracaso: La falsa modernización del modelo neoliberal (Santiago de Chile: Ediciones el Desconcierto).
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—- (2000) Chile: una Democracia Tutelada (Santiago: Editorial Sudamericana). Ruiz, C. y Boccardo G. (2014) Los Chilenos Bajo el Neoliberalismo: Clases y Conflicto Social (Santiago: Fundación NODO XXI/Ediciones El Desconcierto).
Saavedra, V. (2015) Discurso pronunciado por el Presidente de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH) al cierre de la manifestación del 16 de Abril, 2015. http://www.theclinic.cl/2015/04/16/el-discurso-de-la-presidenta-de-fechen-masiva-marcha-estudiantil-contra-la-corrupcion-este-debe-ser-el-momentoen-que-chile-entero-diga-basta/
Urquieta, C y Carmona, A. (2013) ‘El Poder Político y Económico detrás de las AFP’, El Mostrador, 4 de Julio.

Notas
 
1. Multirut: numerosos números de identificación fiscal dentro de una misma empresa para evitar tener que cumplir diversas leyes laborales destinadas a la gran empresa

sábado, 3 de septiembre de 2016

Si atentan contra los niños peligra la humanidad

Por Elisa Mata (*) Cuando muchos niños son agasajados en sus hogares por la festividad del “día del niño” parece ineludible reflexionar acerca de otra realidad, la de millares de criaturas y adolescentes que huyen de las guerras, atravesando el mar junto a sus familias, sin saber siquiera si  podrán arribar a destino o perderán la vida al naufragar esas barcazas miserables fletadas por los mercaderes de la guerra.
Un destino incierto, como el de millones de refugiados que se aferran a la esperanza de paz y sufren rechazo y discriminación en países que promovieron los conflictos que los obligan a abandonar su tierra.
Niños maltratados y hambreados como los que, en nuestro país, son explotados en la zafra o los yerbatales, que recogen cartones en las ciudades y asisten a las escuelas para recibir un plato de comida  no demasiado abundante ni nutritiva,  tratando también ellos de sobrevivir a  la discriminación y la miseria.
Todo esto, que podría ser calificado como un atentado a la infancia, al futuro de la humanidad, tiene su lamentable paradigma en la política llevada adelante por el gobierno de Israel en contra de los niños y jóvenes palestinos.
El Parlamento israelí aprobó hace un mes, con el apoyo de la ministra de Justicia, Ayelet Shaked,  la denominada ‘ley de la juventud”. A pesar de lo que podría imaginarse al leer el título, esta nueva herramienta jurídica -promovida por Anat Berko, parlamentaria del mismo partido al que pertenece el primer ministro Bejamín Netanyahu- no es en favor de los jóvenes sino que permitirá encarcelar a “menores condenados por crímenes graves como asesinato, intento de homicidio u homicidio, incluso si el agresor es menor de 14 años”, destinada a condenar y encarcelar palestinos.
B’Tselem, una organización humanitaria israelí criticó duramente esta ley, y afirmó que “En lugar de enviarlos a prisión, sería mejor que Israel los enviase a la escuela, donde podrían crecer en la dignidad y la libertad, no bajo ocupación”.
En ese contexto, el pasado mes de mayo, un  tribunal israelí condenó a  Ahmad Manasrah, de 14 años, por "intento de asesinato" y posesión de un cuchillo, acusándolo de haber intentado atacar a un soldado en Jerusalén el año pasado.
Saleh Manasrah, padre de Ahmad afirma que su hijo “no trató de apuñalar a nadie; las acusaciones son falsas". Los fiscales basan su acusación en un hecho ocurrido en el barrio de Shufat –Jerusalén oriental, en el que soldados israelíes dispararon y mataron a su primo Hassan Manasrah, de 15 años y resultó gravemente herido Ahmad, “tras ser atropellado intencionalmente y asaltado por colonos israelíes antes de ser arrestado”. Manasrah fue “presionado” durante los interrogatorios y el juicio fue aplazado varias veces con el propósito evidente de esperar que cumpliera 14 años para poder dictar la condena.
"Una vez más, el tribunal israelí demuestra su trato racista hacia los palestinos", afirma Tariq Barghouth, abogado del Comité Palestino de Asuntos de los prisioneros, destacando “la política de doble estándar del sistema de justicia israelí cuando se trata de castigar a los palestinos acusados de cometer crímenes contra los israelíes, en comparación con los casos de colonos que atacan palestinos”.
Mientras tanto, a fines  del mes de junio pasado, un adolescente que caminaba rumbo a su casa fue asesinado por soldados que perseguían a jóvenes palestinos que habrían arrojado piedras contra algunos vehículos que circulaban por la ruta 443 -una autopista construida en Cisjordania para uso exclusivo de los israelíes- hiriendo a dos turistas. Las Fuerzas israelíes abrieron fuego matando a Mahmoud Rafaat Badran de 15 años e hiriendo a dos de sus hermanos, junto con otros dos adolescentes palestinos.
Un vocero de las Fuerzas de Ocupación de Israel dijo más tarde que "Por la investigación inicial pareciera que los transeúntes fueron erróneamente alcanzados por los disparos durante la búsqueda. La FDI está investigando las circunstancias", como  informa el boletín de la Federación Palestina de Chile (OIC).
Según el portal Marcha, Israel cuenta con “un blindaje de impunidad pocas veces observado en el mundo moderno”, poniendo en relieve que según el ministerio de Información de Palestina  “entre los años 2000 y 2011, el Estado israelí había asesinado a 1456 niños y niñas.
La legislación israelí faculta al Tribunal Militar y el Servicio de Prisioneros de Israel para que se detenga y juzgue como adultos a los  niños  mayores de 12 años que sean capturados bajo acusación de cometer algún delito. Hay que tener en cuenta que el código penal tipifica las piedras como “herramientas dañinas”, es decir que las califican como si fueran armas.
Israel es miembro de la Convención de los Derechos del Niño desde 1989, pero lejos de asumir su responsabilidad por los acuerdos firmados, los viola constantemente. El artículo 37 de dicha Convención establece que “ningún niño será sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”. También estipula que “todo niño o niña privado de su libertad tendrá derecho a rápido acceso legal ,  derecho a cuestionar la legalidad de la privación de su libertad ante un tribunal u otra autoridad competente, independiente e imparcial y a una rápida decisión sobre dicha acción”. Ante lo vivido por Ahmad Manasrah, al que mencionamos como ejemplo de la situación de decenas de menores encarcelados, se hace evidente que el estado de Israel, viola sistemáticamente los compromisos de la Convención a la que adhirió, además de “ignorar” reiteradamente las recomendaciones de las Naciones Unidas con respecto a la ocupación del territorio palestino, la proliferación de asentamientos ilegales, y otras violaciones a los más elementales derechos humanos, bajo la excusa de un mito creado a tal fin.

(*) Especialista en la causa de Palestina. Colaboradora de La Nave de la Comunicación